miércoles, abril 06, 2011

Ocaso en mi espejo

las 18:43 minutos poseía el color sepia y turbio de las personas difuntas, el amarillo melancólico de la plata/gelatina de las fotografías antiguas, el sucio oscuro del ataúd que me recibe.
...tus manos aun, delgadas, frías...convexas casi violáceas por las cuales entre tus inquietas e insinuantes venas, corre un secreto abnegado. Tú cuerpo con múltiples gestos frenéticos similar a un solo de guitarra inmovilizados en medio de un concierto vació en vivo.
 Justo ahora que continuas empañando con tú des coordinada y degradada respiración el crucifijo de cristal.
...y yo aquí esperándote
aquí existiendo
por la dignidad
de lo indigno.

casi trasparente de anemia.

No hay comentarios: